martes, 12 de abril de 2011

Cuidados de la orquídea







Las flores de las orquídeas presentan una gran diversidad de colores, tamaños formas y perfumes, pero, a pesar de estas aparentes e innumerables diferencias, forman una familia, que desde el punto de vista biológico, es notablemente
homogénea.

Clima, riego y abono
Necesitan mucha luz para una buena floración. El sol directo de otoño y de invierno es muy favorable. En verano hay que tener precaución con las horas fuertes de sol. Son originarias de climas muy diversos: cálidos templados y fríos, aunque la mayoría procedan de regiones tropicales y subtropicales. Solo algunas especies soportan las bajas temperaturas. Necesitan mucha humedad, el aire seco de las viviendas es muy peligroso. En  un ambiente interior, necesitan mucha ventilación.
El riego depende de las diversas especies de Orquídeas. Cada especie requiere un riego diferente, pero en general toleran más la falta de agua que el exceso. Es conveniente regarlas por la mañana para que tengan humedad el resto del día. Es importante controlar el drenaje. En cuanto a fertilizantes, necesitan los especiales para Orquídeas o los de plantas de interior en dosis a la mitad de lo indicado.
Éstas pueden cultivarse en jardines, en macetas o en suelo directo, pero siempre que esté especialmente preparado. Necesitan mucho drenaje, porque poseen raíces guresas como dedos, grandes acumuladoras de agua.
Si eliges el cultivo en maceta es prudente cultivarla en piedra, con un poquito de musgo. Ten en cuenta que necesita sol y frío para una floración abundante.
Esta floración se desarrolla en varas altas, con flores bastante grandes en cada una. Sus colores van desde el rosa pálido hasta el chocolate oscuro, con un labelo muy variado en cuanto a color y tamaño.

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