El cultivo de la Fucsia se realiza básicamente a nivel profesional. Muy pocos aficionados a la jardinería la cultivan aunque conociendo el método empleado por los viveristas, siempre es una buena opción para experimentar con esta bella planta de flor.
Salvo para la obtención de nuevas variedades de Fucsia, que su cultivo se realiza por medio de semillas, lo normal es partir en la modalidad de esquejes. Estos esquejes lo cultivan empresas especializadas y son apicales (puntas de ramas) de unos 5 a 10 centímetros enraizados en pequeñas macetitas totalmente orgánicas (Cultipot).
Estos esquejes se extraen de plantas madres bien identificadas a nivel de variedad, y en un estado de máxima sanidad vegetal.
Los esquejes enraizados, llegan a los viveros que los va a cultivar sobre los meses (en el hemisferio norte) de finales de enero a principios de abril.
Según el tamaño de maceta de cultivo, se plantarán de una a tres plantas por maceta. El sustrato empleado es un tipo TKS2, un sustrato a base de turba rubia, con pH sobre 6,5 y con un grado de fertilización medio. Si es a nivel de bricojardinería, un sustrato de plantas de interior puede servir perfectamente.
A los 15 días de su plantación, se procede al pinzado de los esquejes sobre su tercer o cuarto nivel de hojas para favorecer su brotación.
A los 20 días de iniciar su cultivo se comienza con una fertilización del tipo 18 – 12 – 24 más microelementos a una dosis de 1,5 gramos por litro de agua de riego una o dos veces por semana dependiendo de la variedad.
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